viernes, 26 de septiembre de 2014

HOSTIA PURA, HOSTIA SANTA; HOSTIA INMACULADA. BEATO GASPAR

«He terminado el día de mi primera misa, en mi pueblo. Acabo de rezar completas. Solo ya en mi cuarto, doy gracias al buen Dios, a su Santísima Madre, a nuestro padre San Alfonso, por los favores que he recibido; yo que no soy más que un pobre hombre. Nunca hubiera sospechado lo que es y experimenta un sacerdote en el altar si no lo hubiera experimentado por mí mismo. Después de la Consagración me embargó como un temblor tan grande y tan íntimo que no me dejaba acertar a hacer las cruces al pronunciar las palabras: Hostia pura, Hostia Santa, Hostia inmaculada, a pesar de mis esfuerzos por controlarme». 
Con estas reflexiones escritas, terminó el día de su primera Misa en Berchtesgaden.