sábado, 15 de noviembre de 2014

SAN ALBERTO MAGNO Y LA VIRGEN MARÍA


San Alberto había dicho que, de joven, le costaban los estudios y que por eso una noche dispuso huir del colegio donde estudiaba. Pero al tratar de huir por una escalera colgada de una pared, cuando llegó a la parte de arriba se encontró con Nuestra Señora, la Virgen María que le dijo:
"Alberto, ¿por qué en vez de huir del colegio, no me rezas a mí que soy 'Causa de la Sabiduría'? Si me tienes fe y confianza, yo te daré una memoria prodigiosa. Y para que sepas que sí fui yo quien te la concedí, cuando ya te vayas a morir, olvidarás todo lo que sabías"
Y así sucedió como la Virgen le dijo. Al final de su vida, un día en un sermón se le olvidó todo lo que sabía, y dijo:
"Es señal de que ya me voy a morir, porque así me lo anunció la Virgen Santísima"
Y se retiró de sus labores y se dedicó a orar y a prepararse para morir. En 1279 se debilita física y mentalmente. Ese mismo año redacta su testamento y muere, con serenidad y paz, sobre su mesa de trabajo. Era el 15 de noviembre de 1280, mientras charlaba tranquilamente con unos religiosos de su comunidad, quedó muerto plácidamente. Tenía 74 años. Dejaba fama de haber sido más sabio que todos los sabios de su tiempo. Todas las enseñanzas tenían por fin llevar el alma hacia Dios que es amor.