miércoles, 15 de abril de 2015

EL ROSARIO DE HOY CON SAN DAMIÁN DE MOLOKAY


Santo Rosario.
Por la señal... 
Monición inicial: Se hace hoy memoria de San Damián de Veuster, también llamado de Molokay, presbítero de la Congregación de Misioneros de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, quien, entregado a la asistencia de los leprosos en la isla de Molokay (Oceanía), terminó él mismo contagiado de esta enfermedad. Murió en el año 1889. Tenía la costumbre de rezar el rosario en el cementerio, junto a la iglesia y decía: “Encuentro mis delicias rezando allí mi rosario y meditando sobre la felicidad eterna, de la que ya gozan gran número de ellos, sobre la desgracia eterna de algunos que no han querido obedecerme, y sobre el sufrimiento del Purgatorio…”
Señor mío Jesucristo... 
MISTERIOS GLORIOSOS
1.-La Resurrección del Señor.
San Damián decía ante el olor fortísimo que desprendían los enfermos: “¡Que este acto de mortificación pueda obtener la resurrección espiritual a los que de entre ellos todavía no han salido del sepulcro del pecado, para vivir la vida de la gracia que Dios les ofrece todos los días!.”
2.- La Ascensión del Señor
“El hombre no encuentra el verdadero gozo mas que sirviendo a Dios durante el poco tiempo de esta vida. Así pues, trabajemos juntos para poseer en el otro mundo la vida eterna....”
3.- La Venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles reunidos en torno a la Virgen María
“Reza y haz que recen por nosotros –los sacerdotes-, para que nuestro divino Salvador se digne encender en nuestros corazones ese fuego que Él vino a traer a la tierra y que tanto desea que arda....”
4.- La Asunción de María Santísima a los Cielos
“Vean, pues, que Dios no nos abandona nunca, ni en lo temporal ni en lo espiritual. Tengamos, pues, siempre confianza en Él. La santísima Virgen María nos protegerá también en todos los peligros si vivimos siempre como fervientes cristianos. Recemos siempre unos por otros para obtener la gracia de reunirnos de nuevo con Dios en el Cielo....”
5.- La Coronación de la Virgen como Reina y Señora de todo lo Creado.

“Cuando me llega alguna enfermedad me alegro porque se aproxima mi fin. Me encuentro enteramente resignado y contento con lo que tengo, y feliz si la perseverancia corona mis trabajos. Pongámonos en las manos de Dios como instrumentos en las manos del obrero. En la vida o en la muerte seamos siempre de Jesús.”