martes, 26 de mayo de 2015

EL ROSARIO DE HOY CON SAN FELIPE NERI


Santo Rosario.
Por la señal... 
Monición inicial:  Se hace hoy memoria de san Felipe Neri, presbítero, que, consagrándose a la labor de salvar a los jóvenes del maligno, fundó el Oratorio en Roma, en el cual se practicaban constantemente las lecturas espirituales, el canto y las obras de caridad, y resplandeció por el amor al prójimo, la sencillez evangélica y su espíritu de alegría, el sumo celo y el servicio ferviente de Dios (1595).
Hay un hecho en la vida de San Felipe Neri en la cual la Virgen se le aparece para curarlo de una enfermedad que padecía en la vesícula. Según relatan los testigos el santo había perdido el conocimiento, cuando inesperadamente se incorporó, y abriendo los brazos exclamó: “¡Mi hermosa Señora!”. “Mi Santa Señora”. El médico que lo atendía lo tomó del brazo tratando de calmarlo, pero San Felipe apartándolo le dijo: “Dejadme abrazar a mi Madre que ha venido a visitarme”.
Con algunos de sus pensamientos meditamos el rosario de hoy.
Señor mío Jesucristo...  
MISTERIOS DOLOROSOS
1. La Oración de Jesús en el Huerto
"No debe una persona, por ideas que se le presenten en la oración, ni por ninguna tentación, dejar de hacerla, antes al contrario, debe aguantar con paciencia, pues el Señor concede en un instante lo que no se ha podido alcanzar en muchos años."
2. La flagelación de Jesús atado a la columna.
“Para alcanzar el amor de Dios no existe camino más corto y seguro que desprenderse del amor de las cosas del mundo, - aún de las pequeñas y de poca importancia -, y del amor a sí mismo, prefiriendo que se cumpla en nosotros la voluntad de Dios y trabajar en su servicio más que nuestra satisfacción y deseo.”
3. La coronación de espinas
“Despreciar el mundo, no despreciar a nadie, despreciarse a sí mismo y no hacer caso de verse despreciado”
4. Nuestro Señor con la cruz a cuestas camino del Calvario
“Lo más perfecto es vivir mucho, pero como si ya estuviéramos muertos para las cosas del mundo y para uno mismo, sufriendo amorosamente por Cristo lo que Él desee.”
5. La crucifixión y muerte del Señor

“La obediencia es el verdadero holocausto que se sacrifica a Dios en el altar de nuestro corazón.”