sábado, 30 de mayo de 2015

EVANGELIO DEL DÍA: ÉL LOS CURABA CON PONER SOBRE CADA UNO LAS MANOS


SÁBADO DE TÉMPORAS EN LA OCTAVA DE PENTECOSTÉS
Forma Extraordinaria del Rito Romano
En aquel tiempo,  saliendo Jesús de la sinagoga, entró en casa de Simón. Estaba la suegra de Simón con una fuerte calentura; y le suplicaron por su alivio.  Y él arrimándose a la enferma, mandó a la calentura que la dejase; y la dejó libre. Y levantándose entonces de la cama se puso a servirles.  Puesto el sol, todos los que tenían enfermos de varias dolencias, se los traían. Y él los curaba con poner sobre cada uno las manos.  De muchos salían los demonios gritando y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios; y con amenazas les prohibía decir que sabían que él era el Cristo.  Y partiendo luego que fue de día, se iba a un lugar desierto, y las gentes le anduvieron buscando, y no pararon hasta encontrarle; y hacían por detenerle, no queriendo que se apartase de ellos.  Mas él les dijo: Es necesario que yo predique también a otras ciudades la buena nueva del reino de Dios; pues para eso he sido enviado.  Y así andaba predicando en las sinagogas de Galilea.
Lucas 4,38-44