lunes, 25 de mayo de 2015

EVANGELIO DEL DÍA: LA LUZ VINO AL MUNDO


LUNES DE LA OCTAVA DE PENTECOSTÉS
Forma Extraordinaria del Rito Romano
En aquel tiempo dijo Jesús a Nicodemo: Que amó tanto Dios al mundo, que no paró hasta dar a su Hijo unigénito; a fin de que todos los que creen en él, no perezcan, sino que vivan vida eterna.  Pues no envió Dios su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que por su medio el mundo se salve.  Quien cree en él, no es condenado: pero quien no cree, ya tiene hecha la condena; porque no cree en el nombre del Hijo unigénito de Dios.  Este juicio de condenación consiste en que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, por cuanto sus obras eran malas.  Pues quien obra mal, aborrece la luz, y no se arrima a ella, para que no sean reprendidas sus obras.  Al contrario, quien obra según la verdad le inspira, se arrima a la luz, a fin de que sus obras se vean, pues han sido hechas según Dios.
Juan 3,16-21.