jueves, 25 de junio de 2015

MES DE JUNIO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS CON SANTA TERESA 25 de junio


MES DE JUNIO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS CON SANTA TERESA
25 de junio

ORACIÓN DE OFRECIMIENTO
En el V centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, contemplemos el Corazón de Cristo, su amor constante hacia nosotros, y ofrezcámosle nuestro corazón con vivos deseos de hacer su voluntad. Con las mismas palabras de la Santa decimos:
 Vuestra soy, para Vos nací, ¿qué mandáis hacer de mí?
Dadme riqueza o pobreza,  dad consuelo o desconsuelo,
dadme alegría o tristeza,  dadme infierno o dadme cielo,
vida dulce, sol sin velo,  pues del todo me rendí: ¿qué mandáis hacer de mí?
Veis aquí mi corazón,  yo le pongo en vuestra palma,
mi cuerpo, mi vida y alma,  mis entrañas y afición;
dulce Esposo y redención, pues por vuestra me ofrecí. Amén.

MEDITACIÓN
PARA VOS NACÍ, ¿QUÉ MANDÁIS HACER DE MÍ?
EL Señor nos manda: Perdonar al que nos ofende.
La característica que diferencia la moral cristiana de otras formas de comportamiento es el perdón a los enemigos, a aquellos que nos han hecho daño o nos han ofendido.
En el Padrenuestro, Jesús nos enseñó a pedir a Dios que nos perdone, reconociéndonos pecadores y necesitados de su misericordia. Pero  Jesús condiciona nuestra petición: Dios nos perdona si nosotros, antes, hemos perdonado a quién nos ha ofendido.
En la Cruz, Jesús no sólo perdona a sus enemigos sino que los excusa ante Dios Padre rogando por ellos: “Padre, perdónales porque no saben lo que hacen.”
Ante la pregunta de Pedro sobre cuántas veces debía perdonar a su prójimo, el Señor responde “70 veces 7”, es decir, siempre.
Cuando uno experimenta la bondad y misericordia de Dios, -y lo experimentamos cada vez que acudimos al sacramento de la Confesión-, el Espíritu Santo comienza a actuar en nosotros. Entonces, a ejemplo de Cristo, se puede  amar hasta el extremo, cambiar la herida en compasión y transformar la ofensa en intercesión.
Pidamos la gracia de ser compasivos para hallar compasión en Dios.
Pidamos perdón a Dios por aquellos que no perdonan, por aquellos que se dejan llevar por los deseos de venganza y de rencor.    
LETANÍAS FINALES AL CORAZÓN DE JESÚS