domingo, 27 de diciembre de 2015

DANOS TUS OJOS MARÍA. Oración a la Virgen en Navidad del Papa San Juan Pablo II


DANOS TUS OJOS MARÍA. 
Oración a la Virgen en Navidad del Papa San Juan Pablo II
Puer natus est nobis, et Filius datus est nobis".
"Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado" (Is 9, 5).
Hoy se renueva el misterio de la Navidad:
nace también para los hombres de nuestro tiempo
este Niño que trae la salvación al mundo;
nace trayendo alegría y paz a todos.
Nos acercamos al Portal conmovidos
para encontrar, junto a María,
al Esperado de los pueblos,
al Redentor del hombre,
al deseado de todas las naciones.
Cum Maria contemplemur Christi vultum.
Contemplemos con María el rostro de Cristo:
en aquel Niño envuelto en pañales
y acostado en el pesebre (cf. Lc 2, 7),
es Dios quien viene a visitarnos para guiar
nuestros pasos por el camino de la paz (cf. Lc 1, 79).
María lo contempla, lo acaricia y lo arropa,
interrogándose sobre el sentido de los prodigios
que rodean el misterio de la Navidad.

Junto a ti, Virgen Madre, permanecemos
en contemplación
ante el pesebre donde está acostado el Niño,
para participar de tu mismo asombro
ante la inmensa condescendencia de Dios.
Danos tus ojos, María,
para descifrar el misterio
que se oculta tras la fragilidad
de los miembros de tu Hijo.
Enséñanos a reconocer su rostro
en los niños de toda raza y cultura.
Ayúdanos a ser testigos creíbles
de su mensaje de paz y de amor,
para que también los hombres y las mujeres
de nuestro tiempo, caracterizado aún
por tensos contrastes e inauditas violencias,
reconozcan en el Niño que está en tus brazos
al único Salvador del mundo,
fuente inagotable de la auténtica paz,
a la que todos aspiran
en lo más íntimo de su corazón.
"Natus est nobis Salvator mundi".
25 de diciembre de 2002