martes, 22 de diciembre de 2015

PRINCIPIOS DE REFLEXIÓN, CRITERIOS DE JUICIO Y DIRECTRICES DE ACCIÓN. REFLEXÍÓN DIARIA DEL COMPENDIO DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA (n. 7)


PRINCIPIOS DE REFLEXIÓN, CRITERIOS DE JUICIO Y DIRECTRICES DE ACCIÓN.
REFLEXÍÓN DIARIA DEL COMPENDIO DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA (n. 7)
El cristiano sabe que puede encontrar en la doctrina social de la Iglesia los principios de reflexión, los criterios de juicio y las directrices de acción como base para promover un humanismo integral y solidario. Difundir esta doctrina constituye, por tanto, una verdadera prioridad pastoral, para que las personas, iluminadas por ella, sean capaces de interpretar la realidad de hoy y de buscar caminos apropiados para la acción.
La Iglesia cumple con su misión materna no sólo dándonos y alimentando la vida de la gracia mediante los sacramentos, sino también con su enseñanza y magisterio. En este sentido, la doctrina social de la Iglesia es un regalo para todos nosotros que nos ayuda a vivir el Evangelio en nuestro momento histórico, en nuestro mundo actual.
La doctrina social de la Iglesia nos ofrece principios de reflexión, que se desprenden de la misma Revelación y del Evangelio. Estos principios iluminan nuestra inteligencia y nos ayudan a tener una visión completa de la fe, que abarque la realidad completa de la existencia del hombre y, en este caso, de su vida en sociedad.
La doctrina social de la Iglesia nos ofrece criterios de juicio para poder tener una “postura” conforme a la fe que profesamos ante las diferentes realidades, problemas y situaciones de la vida política, económica, familiar, también con respeto a nuestra relación y uso de la misma creación. Ante tantísima opiniones y pluralidad de voces, ante el poder de los medios de comunicación,  el cristiano ha de valerse de estos criterios de juicio para saber valorar, emitir un juicio y tomar una postura adecuada. Tarea que no resulta fácil sobre todo en un mundo donde los malo se nos presenta como bueno y donde los bueno se rechaza como malo.
La doctrina social de la Iglesia nos ofrece también las directrices de acción para poder atajar y buscar soluciones ante la variedad de los problemas. No podemos esperar soluciones mágicas, pero aplicando estos criterios y estas directrices podemos ir atajando y mejorando nuestro mundo desde el Evangelio.

Difundir esta doctrina es una verdadera prioridad pastoral. Por ello, nuestro Obispo, ha decidido nuevamente en este curso proponer su estudio y su anuncio. En su carta pastoral nos dice: “Queridos hermanos: si la dimensión social de la evangelización no está debidamente explicitada, siempre se corre el riesgo de desfigurar el sentido auténtico e integral que tiene la misión evangelizadora. El anuncio explícito del Evangelio ya hemos convenido en que tiene un contenido ineludiblemente social, de modo que hasta el contenido de ese primer anuncio encierra una inmediata repercusión moral cuyo centro es la caridad. Negar esta evidencia y actuar como “paganos”, sin poner en juego la moral social no es de cristianos.” Braulio Rodríguez Plaza, CARTA PASTORAL PARA EL CURSO 2015-2016 “Hago nuevas todas las cosas” (Ap 21,5), n. 30