lunes, 4 de enero de 2016

EL ROSARIO DE HOY CON EL BEATO MANUEL GONZÁLEZ


Santo Rosario.
Por la señal... 
Monición inicial: Se hace hoy memoria del beato Manuel González García, obispo sucesivamente de Málaga y de Palencia, que fue un pastor eximio según el corazón del Señor. Promovió el culto a la Sagrada Eucaristía y fundó la Congregación de las Hermanas Misioneras de Nazaret (1940). Con algunos de sus pensamientos, meditamos el rosario de hoy.
Señor mío Jesucristo…

MISTERIOS GOZOSOS
1.- La encarnación del Hijo de Dios en las entrañas purísimas de la Virgen María.
“Madre querida, que mi alma sea sagrario en el que se quede Jesús.”
2.-La Visitación de Nuestra Señora a su prima santa Isabel.
“Madre sacerdotal, que en la Visitación llevas a tu Jesús con prisa, que la prisa de llevarlo a los que lo necesitan no deje vivir quietos a tus sacerdotes.”
3.-El nacimiento del Niño Dios en el portal de Belén
“Cada vez que paso junto a un Sagrario, los ángeles que en torno de él revolotean y adoran podrían cantarme como en la Nochebuena: ¡Gran alegría! ¡El Salvador os ha nacido! En realidad, para los cristianos que gozamos del Sagrario perpetuo, siempre es Nochebuena y por consiguiente Pascua ¡hasta con sus aguinaldos! ¡Aguinaldos! Es la palabra de los días de Navidad.”
4.-La purificación de Nuestra Señora y presentación del Niño Jesús en el templo
"Mira, sacerdote mío, despreocúpate tú de la sugestión del número y preocúpate más de la calidad. Más que llenarme de gente mis iglesias, preocúpate en llenármela de buen olor de Comuniones fervorosas, de adoraciones rendidas, de suspiros de amor, de aspiraciones de esperanza, de inspiraciones de fe, de oraciones bien rezadas, de lágrimas de pecadores, de propósitos eficaces de enmienda, de vida intensamente eucarística."
5.- El niño Jesús perdido y hallado en el templo
“Jesús en el Sagrario está callado, se ha obligado a perpetuo silencio. Y no obstante lo riguroso e impenetrable de éste, cualquiera que tenga oídos y se acerque a las puertas de los Sagrarios que se ha buscado para vivir en la tierra Sacramentado, oirá que del fondo de ellos surge a modo de suspiro, que las más de las veces suena a grito de angustia, el ¡TENGO SED! de su última hora de Cruz.”