martes, 1 de marzo de 2016

ATIENDE AL REMEDIO. San Agustín, obispo

Homilía de maitines

MARTES DE LA III SEMANA DE CUARESMA
Forma Extraordinaria del Rito Romano

HOMILÍA DE SAN AGUSTÍN, OBISPO
Sermón 16 sobre las palabras del Señor, tomo 10 después del principio.
¿Por qué le corriges? ¿Por qué ha pecado contra tu persona?. No lo permita Dios. Si le corriges llevado de tu amor propio, nada haces; si lo haces porque le amas, obras muy bien. Por lo demás, considera en las misma palabras del Salvador cuales son los motivos que deben impulsarte, es decir, si debes corregir por amor propio o por amor al prójimo. “Si te atiende, dice, has ganado a tu hermano”. De consiguiente hazlo por él, para que le ganes. Portándote así le ganas; si no lo hubieras hecho perecería. ¿Por qué la mayor parte de los hombres tiene en poco estos pecados, y dicen: ¿qué gran mal he cometido?. No he ofendido más que a un hombre. No tengas por cosa despreciable haber pecado contra el hombre.
Quieres saber porque esta ofensa contra un hombre es causa de tu perdición?. Si aquel contra quien has pecado te reprendiere estando a solas con él, y tu le atendieres, él te ha ganado. ¿Qué quiere decir que te ha ganado, sino que hubieras perecido si no te hubiera ganado?. Ahora bien si no hubieras perecido, ¿Cómo te hubiera ganado?. De consiguiente nadie tenga en poco el pecado contra su hermano, He aquí lo que en cierto lugar dice el apóstol: “Pecando contra los hermanos e hiriendo su conciencia débil, has pecado contra Cristo”, puesto que todos hemos sido constituidos miembros de Cristo. ¿cómo no pecaras contra Cristo, tu que pecas contra un miembro de Cristo?

Por lo mismo, nadie diga que no ha pecado contra Dios, sino contra su hermano, y que haber pecado contra el hombre sea un pecado leve o ningún pecado. Quizá dices que es leve porque se cura prontamente. Has pecado contra tu hermano; confiesa tu pecado y recuperaras la salud. Un instante te ha bastado para cometer una falta mortal: y en un instante podrás hallar el remedio. ¿Quién de nosotros, hermanos míos, esperara el reino de los cielos después de que dice el Evangelio: “Quien dijere a su hermano: fatuo, será reo del fuego del infierno”? Esta amenaza es terrible. Mas atiende al remedio “si al tiempo de presentar tu ofrenda en el altar, allí te acuerdas que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja allí mismo tu ofrenda delante del altar”. No se enoja el Señor porque difieras presentar tu ofrenda. Prefiere mas Dios a ti mismo que a tu ofrenda.