miércoles, 27 de abril de 2016

EL PRIMADO DE CADA SER HUMANO. Reflexión diaria del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia (n. 132-134)


EL PRIMADO DE CADA SER HUMANO
Reflexión diaria del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia (n. 132-134)
Una sociedad se realiza plenamente cuando se RESPETA la dignidad trascendente de la persona humana, pues la sociedad está al servicio del hombre, y no al revés.  Respetar la dignidad humana es considerar al prójimo como otro yo, cuidando en primer lugar de su vida y de los medios necesarios para vivirla dignamente.
 “En ningún caso la persona humana puede ser instrumentalizada para fines ajenos a su mismo desarrolloque puede realizar plena y definitivamente sólo en Dios y en su proyecto salvífico: el hombre, en efecto, en su interioridad, trasciende el universo y es la única criatura que Dios ha amado por sí misma. Por esta razón, ni su vida, ni el desarrollo de su pensamiento, ni sus bienes, ni cuantos comparten sus vicisitudes personales y familiares pueden ser sometidos a injustas restricciones en el ejercicio de sus derechos y de su libertad.”
“La persona no puede estar supeditada a proyectos de carácter económico, social o político, impuestos por autoridad alguna, ni siquiera en nombre del presunto progreso de la comunidad civil.” Y esto es muy vulnerado en nuestros días, donde a través de diferentes medios se quiere MANIPULAR al hombre convirtiéndolo en un “medio” para que algunos consigan sus fines. Ante esta manipulación hemos de vivir en “prevención”, informándonos y formándonos correctamente, obrando libremente y siendo reflexivos, no dejándonos llevar por impulsos ni por presiones externas.  
Importante precisar que “los auténticos cambios sociales son efectivos y duraderos solo si están fundados sobre un cambio decidido de la conducta personal”: lo que nosotros llamamos conversión. La vida conforme a la moral natural y revelada a la luz de los mandamientos de Dios proclama la dignidad de la persona humana.
Cada uno somos responsables de tener un comportamiento digno y el estado ha de cuidar y vigilar las costumbres para  que el ambiente social facilite el buen comportamiento de los ciudadanos.