martes, 19 de abril de 2016

LAS ESTRUCTURAS DE PECADO Reflexión diaria del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia (n. 119)


LAS ESTRUCTURAS DE PECADO
Reflexión diaria del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia (n. 119)
Las consecuencias del pecado alimentan las estructuras de pecado: situaciones sociales o instituciones de forma más o menos estable contrarias a la ley divina, expresión y efecto de los pecados personales. Estas tienen su raíz en el pecado personal y, por tanto, están siempre relacionadas con actos concretos de las personas, que las originan, las consolidan y las hacen difíciles de eliminar.
Es así como se fortalecen, se difunden, se convierten en fuente de otros pecados y condicionan la conducta de los hombres. Se trata de condicionamientos y obstáculos, que duran mucho más que las acciones realizadas en el breve arco de la vida de un individuo y que interfieren también en el proceso del desarrollo de los pueblos, cuyo retraso y lentitud han de ser juzgados también bajo este aspecto.  
Uno de los efectos de estas estructuras de pecado es la “adormecimiento” de la conciencia de pecado. Ver el pecado y lo que el genera como algo normal, aceptado por todos como fruto de tiempo histórico, y el conformismo ante él: ¿Qué puedo hacer yo?

El compendio termina esta explicación señalando la motivación de estas estructuras en nuestro mundo actual: « el afán de ganancia exclusiva y la sed de poder con el propósito de imponer a los demás la propia voluntad, y todo ello “a cualquier precio”.