jueves, 16 de junio de 2016

EL ROSARIO DEL AÑO DE LA MISERICORDIA


Santo Rosario.
Monición inicial: En este año de la misericordia, el Papa Francisco nos ha invitado a redescubrir las obras de misericordia como seña de identidad de nuestra fe en Jesús. “La predicación de Jesús –y toda su vida- nos presenta estas obras de misericordia para que podamos darnos cuenta si vivimos o no como discípulos suyos.”
Al meditar los misterios del nacimiento, vida, pasión y gloria del Señor de la mano de la Virgen María, pidamos la gracia de imitar a Aquel que es Rostro de la misericordia del Padre.
Señor mío Jesucristo…

MISTERIOS LUMINOSOS
1.-El Bautismo del Señor en el Jordán
La Iglesia ha recibido de Jesús la misión de “anunciar el Evangelio” a todas las gentes, convirtiéndose en el canal de su misericordia. Pidamos para que la Iglesia por la santidad de vida de sus miembros resplandezca como faro luminoso ante todos los hombres.
2.-El Milagro de las Bodas de Cana
En Caná, Jesús realiza una obra de misericordia hacia aquel matrimonio. Su “dar de beber al sediento”, supera la misma materialidad del hecho, siendo aquel milagro manifestación de su amor que sacia la sed del corazón del hombre.  
3.- El anuncio del Reino invitando a la conversión.
“Corregir al que se equivoca” no es una tarea fácil. Implica humildad del que corrige y también del que es corregido. Sólo si vivimos en actitud de conversión constante, seremos capaces de corregir y aceptar la corrección.
4.-La Transfiguración del Señor
Pedro, Santiago y Juan recibieron el consuelo sensible de gozar del cielo por unos instantes. Al practicar las obras de misericordia, hacemos que también los pobres y necesitados gocen de un trocito de cielo, haciendo de nuestro mundo frío e insolidario un hogar cálido y fraterno.
5.- La institución de la Eucaristía

“Con ansia he deseado comer mi Pascua con  vosotros”. Jesús que había “dado de comer al hambriento” en la multiplicación de los panes dándonos ejemplo de misericordia, ahora al instituir el sacramento de la Eucaristía  nos entrega el alimento de su Cuerpo y su Sangre como alimento de vida eterna.