martes, 21 de junio de 2016

EL ROSARIO DEL AÑO DE LA MISERICORDIA


Santo Rosario.
Por la señal…
Monición inicial: En este año de la misericordia, el Papa Francisco nos ha invitado a redescubrir las obras de misericordia como seña de identidad de nuestra fe en Jesús. “La predicación de Jesús –y toda su vida- nos presenta estas obras de misericordia para que podamos darnos cuenta si vivimos o no como discípulos suyos.”
Al meditar los misterios del nacimiento, vida, pasión y gloria del Señor de la mano de la Virgen María, pidamos la gracia de imitar a Aquel que es Rostro de la misericordia del Padre.
Señor mío Jesucristo…
MISTERIOS DOLOROSOS
1. La Oración de Jesús en el Huerto
“Consolar al triste” es la tarea que Dios encomienda al ángel en la hora de agonía de Jesús antes de pasión. Él había exclamado: “Mi alma esta triste hasta la muerte.” La tristeza de Jesús exige de nosotros reparación. Debemos consolar a Jesús con nuestra oración y sacrificios, pero también saliendo al paso de nuestros hermanos que se sienten solos, apenados, entristecidos y compartiendo con ellos nuestro tiempo, mostrándole nuestro afecto y dándoles una palabra de ánimo.
2. La flagelación de Jesús atado a la columna.
Jesús sufrió la cárcel y allí fue burlado. “Visitar a los encarcelados” es acudir al encuentro de Jesús que en ellos sufre el desprecio de los poderosos, de la sociedad hipócrita, de los que promueven el mal en sus principios y después condenan a las víctimas relegando cualquier consuelo y compasión.  
3. La coronación de espinas
“Cristo padeció por nosotros, dejándonos un ejemplo para que sigamos sus huellas. Cuando lo insultaban, no devolvía el insulto; en su pasión no profería amenazas.” “Sufrir con paciencia los defectos del prójimo” es imitar a Jesús paciente y sufriente en su Pasión. No por estoicismo, sino por amor.
4. Nuestro Señor con la cruz a cuestas camino del Calvario
Camino del Calvario, el que debía ser digno de compasión, se compadece de los que miran y a aquellas mujeres que lloran por su suerte las invita a derramar lágrimas de arrepentimiento y compunción por ellas y por los suyos. Jesús en su hora amarga nos da ejemplo de “dar buen consejo al que lo necesita.”
5. La crucifixión y muerte del Señor
“Padre, perdónales porque no saben lo que hacen” dice Jesús en la cruz dejándonos una lección sublime de amor a los enemigos. “Perdonar al que nos ofende” implica a ejemplo de Jesús rezar por ellos y exculparlos del daño que nos hayan hecho.