jueves, 11 de agosto de 2016

EL ROSARIO DE HOY CON SANTA CLARA DE ASÍS





Santo Rosario.
Por la señal... 
Monición inicial: El 11 de agosto de 1253 entregaba su alma a Dios, Santa Clara de Asís, virgen, que, primero rodaje de las Damas Pobres de la Orden de los Frailes Menores, siguió a San Francisco, lo que le condujo a llevar una vida muy dura en Asís, en Umbría, pero que estuvo rica en obras de caridad y misericordia; fue gran amante de la pobreza, y de la que nunca se apartaría, ni siquiera en la extrema pobreza y la enfermedad.
Con algunos de sus consejos meditamos el rosario de hoy.
Señor mío Jesucristo... 
MISTERIOS LUMINOSOS
1.-El Bautismo del Señor en el Jordán
“Ya que el Señor nos ha llamado a cosas tan grandes, a que puedan mirarse en nosotras las que son para los otros ejemplo y espejo, estamos muy obligadas a bendecir y alabar a Dios, y a confortarnos más y más en el Señor para obrar el bien. Por lo cual, si vivimos según la sobredicha forma, dejaremos a los demás un noble ejemplo y con un brevísimo trabajo ganaremos el premio de la eterna bienaventuranza.”
2.-El Milagro de las Bodas de Cana
“Doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, para que, teniendo a nuestro favor los méritos de la gloriosa Virgen santa María, su Madre, y de nuestro bienaventurado padre Francisco y de todos los santos, el mismo Señor que dio el buen principio, dé el incremento, y dé también la perseverancia final.”
3.- El anuncio del Reino invitando a la conversión.
“Creo firmemente que vos sabíais que el Señor no da ni promete el reino de los cielos sino a los pobres, porque cuando se ama una cosa temporal, se pierde el fruto de la caridad; que no se puede servir a Dios y al dinero, porque o se ama a uno y se aborrece al otro, o se servirá a uno y se despreciará al otro; y que un hombre vestido no puede luchar con otro desnudo, porque es más pronto derribado al suelo el que tiene de donde ser asido; y que no se puede permanecer glorioso en el siglo y luego reinar allá con Cristo; y que antes podrá pasar un camello por el ojo de una aguja, que subir un rico al reino de los cielos.”
4.-La Transfiguración del Señor
“Alégrate, pues, también tú siempre en el Señor, carísima, y que no te envuelva la amargura ni la oscuridad, oh señora amadísima en Cristo, alegría de los ángeles y corona de las hermanas; fija tu mente en el espejo de la eternidad, fija tu alma en el esplendor de la gloria, fija tu corazón en la figura de la divina sustancia, y transfórmate toda entera, por la contemplación, en imagen de su divinidad, para que también tú sientas lo que sienten los amigos cuando gustan la dulzura escondida  que el mismo Dios ha reservado desde el principio para quienes lo aman.
5.- La institución de la Eucaristía
“Si ocurriera alguna vez, lo que Dios no permita, que entre hermana y hermana, por alguna palabra o gesto, se produjese un motivo de turbación o de escándalo, la que haya sido causa de la turbación, de inmediato, antes de presentar la ofrenda de su oración ante el Señor, no sólo se prosterne humildemente a los pies de la otra, pidiéndole perdón, sino que, también, ruéguele con simplicidad que interceda por ella ante el Señor para que sea indulgente con ella. Mas la otra, recordando aquella palabra del Señor: Si no perdonáis de corazón, tampoco vuestro Padre celestial os perdonará, perdone con liberalidad a su hermana toda la injuria que le haya inferido.”