viernes, 30 de septiembre de 2016

EL ROSARIO DE HOY CON SAN JERÓNIMO



Santo Rosario.
Por la señal... 
Monición inicial: Se hace hoy memoria de san Jerónimo, sacerdote y doctor de la Iglesia que en Roma cultivó todos los saberes, y recibió el bautismo. Fue secretario del papa Dámaso y finalmente se retiró a Belén dedicado a traducir y explicar las Sagradas Escrituras. Descansó en la paz del Señor en el año 420.
Fiel devoto de nuestra Señora y acérrimo defensor de su Virginidad, decía: “Dios no nos salvará sin la intercesión de María,” y “Proponte como modelo a la Virgen, cuya pureza fue tal, que mereció ser Madre de Dios.” Con esta intención meditamos el Rosario de hoy con sus enseñanzas.
Señor mío Jesucristo... 
MISTERIOS DOLOROSOS
1. La Oración de Jesús en el Huerto
“Es imposible que el alma humana viva exenta de tentaciones. Por esto no dice: Vigilad y orad, para que no seáis tentados, sino para que no caigáis en la tentación, esto es, para que la tentación no os venza”.
2. La flagelación de Jesús atado a la columna.
“Debe tenerse en cuenta que Pilato cumplió con lo que estaba prescrito en las leyes romanas, en las que se establecía que fuese azotado primero el que después había de ser crucificado. Jesús es entregado a los soldados para que le azoten, y aquel cuerpo santísimo y aquel pecho del Señor, recibieron los azotes. Esto sucedió porque estaba escrito: "Muchos son los azotes de los pecadores" ( Sal 31,10), pero nosotros nos libramos por ellos de nuestros castigos. Por el acto de lavarse Pilato las manos, quedan purificadas las acciones de los gentiles, y nosotros quedamos ajenos a la impiedad de los judíos.”
3. La coronación de espinas
“Como Jesús era llamado rey de los judíos, y los escribas y los sacerdotes le acusaban de que quería usurpar el dominio de todo Israel, los soldados se burlan de El, desnudándole de sus antiguos vestidos, vistiéndole un manto de grana en lugar de la borla roja que usaban los antiguos reyes. Y en vez de diadema ponen sobre su cabeza una corona de espinas; en vez del cetro real, le dan una caña, y le adoran como a rey, y esto es lo que añade: "Y desnudándole, le vistieron de un manto de grana". Pero nosotros todo esto lo entendemos en sentido espiritual. Pues así como Caifás, dijo: "Conviene que un solo hombre muera por todos" ( Jn 18,14), sin saber lo que decía, del mismo modo todo lo que éstos hicieron, aunque con otra intención, nos da, sin embargo, a conocer estos misterios, a los que creemos. En el manto de púrpura, se representa las cruentas ofrendas de los gentiles; en la corona de espinas, que se ha levantado la antigua maldición; con la caña, que han sido muertos los animales nocivos; y que tenía la caña en la mano, para escribir el sacrilegio de los judíos.”
“Debe advertirse que cuando Jesús era azotado y escupido no tenía puestos sus vestidos propios, sino aquéllos que había tomado por nuestras culpas.”
4. Nuestro Señor con la cruz a cuestas camino del Calvario
“Saliendo Jesús del Pretorio, ya llevaba la Cruz, en efecto; pero que después encontraron a Simón, a quien impusieron la cruz para que la llevara. Hablando en sentido espiritual puede decirse que las naciones se convierten a la cruz, y el extranjero obediente lleva la ignominia del Salvador.”
5. La crucifixión y muerte del Señor
“También se representan en los dos ladrones los dos pueblos (el de los gentiles y el de los judíos). El primero blasfemó del Señor y después, aterrado por la multitud de prodigios, hizo penitencia.”

jueves, 29 de septiembre de 2016

EL ROSARIO DE HOY EN LA FIESTA DE LOS SANTOS ARCÁNGELES





Santo Rosario.
Por la señal... 
Monición inicialHoy y en los próximos días la Iglesia nos invita con sus fiestas litúrgicas a celebrar la verdad de fe sobre los ángeles: espíritus purísimos que no tienen cuerpo creados por Dios para servirle y ayudar a los hombres en el camino del bien. Ellos han estado presentes en la historia de la salvación, en la vida de nuestro Señor y de su Madre, la Virgen, y también acompañan a la Iglesia en su peregrinación. Pidiendo su protección, meditamos los misterios gozosos.
Señor mío Jesucristo...
MISTERIOS LUMINOSOS
1.-El Bautismo del Señor en el Jordán
En el Bautismo del Señor se manifiesta el misterio de la Trinidad. Unidos a los ángeles también nosotros cantemos: Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios de los Ejércitos.
Santos Ángeles de Dios, rogad por nosotros.
2.-El Milagro de las Bodas de Cana
La Virgen intercede por los novios ante su Hijo. Los ángeles son intercesores nuestros ante Dios. Acudamos a ellos con verdadera confianza.
 Santos Ángeles de Dios, rogad por nosotros.
3.- El anuncio del Reino invitando a la conversión.
En nuestro camino de conversión a Dios, contamos con la ayuda de nuestros ángeles. Que ellos nos ayuden en la lucha contra los enemigos de nuestra salvación: el demonio, el mundo y la carne.
 Santos Ángeles de Dios, rogad por nosotros.
4.-La Transfiguración del Señor
Ver a Dios cara a cara –como lo contemplan los ángeles- es el anhelo profundo que Dios ha puesto en el corazón del hombre. Solos los limpios de corazón podrán ver a Dios. Pidamos ser puros como ellos.
 Santos Ángeles de Dios, rogad por nosotros.
5.- La institución de la Eucaristía
Dice San Juan Crisóstomo: “En la Santa Misa los Ángeles rodean al sacerdote. Todo el santuario y el espacio que circunda al altar están ocupados por las potencias celestes para honrar al que está presente en el altar.” “En la Santa Misa los Ángeles, llenos de temor, adoran, glorifican, entonan continuamente los misteriosos himnos de alabanza.” Imitemos su adoración, su piedad, su espíritu de oración y alabanza.
 Santos Ángeles de Dios, rogad por nosotros.

miércoles, 28 de septiembre de 2016

EL ROSARIO DE HOY CON SAN LUIZ MONZA



Santo Rosario.
Por la señal... 
Monición inicial:  Se celebra hoy a san Luis Monza, sacerdote de la Archidiócesis de Milán y fundador de las Pequeñas Apóstoles de la Caridad para la asistencia socio-sanitaria, la instrucción y la formación de las personas discapacitadas y menos favorecidas, sobre todo niños. Murió tal día como hoy del año 1954. Con sus pensamientos meditamos el rosario.
Señor mío Jesucristo... 
MISTERIOS GLORIOSOS
1.-La Resurrección del Señor.
“La victoria es de Dios. Dios entonces está con nosotros; y ¿si Dios está con nosotros, quien contra nosotros?”.”
2.- La Ascensión del Señor
“Animo entonces; el camino del Señor está señalado y su viña nos espera porque la mies es abundante.”
3.- La Venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles reunidos en torno a la Virgen María
“Cada tarea es buena si es realizada bajo el impulso del Espíritu Santo. Toda la tierra es nuestro tarea.”
4.- La Asunción de María Santísima a los Cielos
“Me parecía como que la Virgen me cogía la mano y me decía: no pienses en ello, yo estoy a tu lado y te protegeré.”
5.- La Coronación De La Virgen Como Reina Y Señora De Todo Lo Creado.
“La perseverancia es  una gracia del Señor y está unida a la correspondencia a sus santas inspiraciones. Tenga ánimo; Dios considera cualquier esfuerzo, sobre todo en la negación de la propia voluntad, para alcanzar la esencia de nuestro espíritu: marchitarse.”

martes, 27 de septiembre de 2016

HOMBRE DE ORACIÓN Y SUFRIMIENTO. Homilía en la fiesta del Padre Pío





Querido Sr. Cura Párroco
              Hermanos sacerdotes
              Hermanos todos en el Señor:

Sed bienvenidos, un año más, a esta Iglesia del Salvador de Toledo, que hoy se viste de fiesta para honrar al querido Padre Pío de Pietrelcina.
Muchos de vosotros, ya lo hacéis también, mensualmente, en la conmemoración que hacemos el 23 de cada mes, pero otros muchos habéis acudido en este día con un ruego en vuestros labios que dicen lo que hay en lo profundo de vuestro corazón: quizá una suplica por un familiar que esta enfermo, o un pariente que se ha quedado sin trabajo, o un hijo que lo está pasando mal porque su matrimonio no esta bien; tantas situaciones y circunstancias en las que debéis descubrir la voluntad del Señor. Hacéis bien al acercaos a esta escuela de misericordia y compasión que es la senda que siguió en Padre Pío a lo lardo de su vida y sigue viva, manteniendo el itinerario que conduce a la Santidad.
Con razón decía el Papa Francisco que el Padre Pío fue un servidor de la misericordia a tiempo completo, a veces incluso hasta el agotamiento. El ejercicio de su ministerio se convirtió en una caricia viviente de Dios Padre, que cura las heridas del pecado y conforta el corazón con la paz.
Por eso os pregunto con las palabras de nuestro Divino Salvador a aquellos que buscaban al Bautista: ¿Qué habéis venido a ver en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? ¿Un hombre vestido con ricos ropajes? En este sentido, ya el Beato Papa Pablo VI, admirado de la multitud que congregaba en torno a sí el Santo Padre Pío, interrogaba a los frailes capuchinos, poco después de la muerte del Padre Pío: “¿Por que reunía gentes de todo el mundo? ¿Acaso porque era un filosofo, o un sabio, o porque disponía de medios? Y el propio Papa nos da la respuesta. “Porque celebraba la misa humildemente, confesaba de la mañana a la noche y estaba, aun si resulta difícil decirlo: sellado con las llagas de nuestro Señor. Era hombre de oración y hombre de sufrimiento”
Ciertamente el Padre Pío no era una caña agitada por el viento. Fue sin duda un católico firme, un fraile de los pies a la cabeza, un hombre cabal que asumió el seguir al Jesucristo POBRE Y CRUCIFICADO, en la escuela de San Francisco, con todas las consecuencias.
Cuanto necesitamos aprender de él esa firmeza de la fe, que nos consolide en medio de las tempestades y cambios de nuestro tiempo, que nos mantenga unidos a Cristo, que es el mismo  ayer, hoy y siempre.

HOMBRE DE ORACION Y SUFRIMIENTO La gran aspiración del Padre Pío era llegar a ser un “pobre fraile que reza”. Su vida fue una constante plegaria por la humanidad. Unido a Cristo entendió la dimensión de mediador inherente a su ministerio sacerdotal que encontraba su momento mas álgido en la celebración de la Santa Misa, que es la oración mas sublime que el hombre puede realizar sobre la tierra.
De esa intensa vida de oración brotaban sus cualidades. Tan eficaces en el trato con las almas o a la hora de asumir las disposiciones de la Iglesia.
Padre Pío fue un hombre prudente, aconsejando a tantas y tantas personas con sentido común, con visión de fe, con profundo temor de Dios. Vivió heroicamente la paciencia, en las múltiples pruebas que tuvo que aceptar de los superiores y jerarquía eclesiástica, con humilde resignación, con mansedumbre, callando tantas veces ante las infamias y calumnias.
El Padre Pío hizo suyas las palabras de San Pablo a los Gálatas: ESTOY CRUCIFICACO CON CRISTO, y ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí.
Y desde aquí podemos entender el misterio del sufrimiento y el dolor, no desde la logia humana, sino desde la lógica divina de aquel que nos redimió colgado del árbol de la cruz.
Nos enseñaba el Papa Benedicto XVI en la encíclica Spes Salvi que el sufrimiento forma parte de la existencia humana, derivada por una parte de nuestra realidad de seres finitos y limitados pero también, de la gran cantidad de culpa que el hombre ha acumulado a los largo de la historia.
Pero es necesario hacer todo lo posible para disminuir el sufrimiento: IMPEDIR cuando se pueda el sufrimiento de los inocentes, aliviar los dolores y ayudar a superar las dolencias físicas.
En nuestro tiempo se ha avanzado mucho contra el dolor físico pero no ha disminuido, sino más bien al contrario, ha aumentado el sufrimiento de los inocentes, así como los dolores psíquicos.
El Padre Pío fue un hombre de sufrimiento: físico y psíquico, y sin embargo la vivencia de la misericordia del Señor le impulso a abrir en 1956 ese gran centro en San Giovanni Rotondo, llamado “Casa alivio del sufrimiento”.
Ciertamente podemos tratar de limitar el sufrimiento, pero no podemos suprimirlo. Pero lo que sana a nuestra humanidad herida, no es esquivar el sufrimiento y huir ante el dolor, sino que aprendamos a aceptar las tribulaciones, madurando en ellas y encontrando en ellas un sentido, mediante la unión con Cristo, que ha sufrido por nosotros con amor infinito.
Queridos hermanos, hoy nos reunimos para celebrar gozosa y festivamente la memoria del Padre Pío, pero si queremos honrarlo verdaderamente, aprendamos de él, y asumamos la tarea que conlleva.
Como cristianos, discípulos de Cristo, hemos de seguir al Cordero Divino, cargando con nuestra propia cruz y yendo tras Él. Imitemos también al Padre Pío, siendo voluntariosos cirineos aliviando las cruces de nuestros prójimos. Él no fue como el sacerdote del evangelio que se encontró al hombre malherido y paso de largo para cumplir simplemente su oficio litúrgico, por el contrario su autentica liturgia fue, cada vez que se dirigía al altar para alzar el cuerpo del Señor, y alzar la copa de la salvación, pararse como el buen samaritano, a lavar, curar y vendar las heridas del Cuerpo de Cristo que se haya también presente en todos los hermanos tirados por los caminos de la vida, y que también nosotros hemos de alzar y ayudar a salir adelante con el bálsamo de la gracia del Señor.
Que así sea.