domingo, 1 de enero de 2017

EL HIJO DE DIOS QUISO HACERSE ESCLAVO. Santo Tomás de VIllanueva



Comentario al Evangelio

OCTAVA DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR
Forma Extraordinaria del Rito Romano
“Compra, pues, la Virgen por cinco sueldos al Redentor, que con sus cinco llagas, había de redimir al mundo. Por cinco sueldos es comprado el Dios y hombre… ¿Qué es lo que tramas tu, ¡oh mísera sinagoga!, ciega y perversamente avara? ¿Qué es lo que tramas con el traidor para comprarle al Redentor? No puede el venderte lo que no es suyo, y Cristo es de la Virgen. Ella fue la primera que lo compró, y no tiene valor una segunda compra…”
¡Oh buen Jesús! Eres ya nuestro, y lo eres con doble derecho. El Padre te entregó a nosotros, y tu Madre para nosotros te compró… Cuando vengas a juzgar al mundo, acuérdate que fuiste comprado por nosotros. Eres, ¡oh Señor!, justo; pues da a cada cual lo suyo. Dátenos a ti mismo, porque, como dije, eres nuestro por doble título. Y si tú eres nuestro, tus cosas son también nuestras; porque cuya es una persona, suyos son también todos los bienes de esa persona. Por consiguiente, nuestros son tus méritos, nuestras son tus heridas, nuestros son los vagidos de tu infancia, nuestros los trabajos de tu evangelización, nuestros los dolores de tu muerte… ¡Oh que rico soy con tan grandes méritos! Por grandes que sean mis crímenes… mayores son mis servicios. Míos puedo decir con toda propiedad: no, porque yo los haya merecido, sino porque lo recibí de ti… ¡Oh Señor!...vamos a juicio, pero vayamos juntos…; porque aunque el peso de mis pecados es grande, mi satisfacción, sin embargo, aparecerá más pesada que la arena del mar”.
El Hijo de Dios quiso hacerse esclavo. Ya lo dijo por el profeta: Siervo tuyo soy, siervo tuyo e hijo de una esclava tuya (Ps. 115,16). Por eso quiso servir primero a su Madre y después a todo el mundo, conforme aquello de que no he venido a ser servido, sino a servir… (Mt. 20,28).
Ved los grados por los que fue humillándose Dios. Primero se hizo hombre; después al circuncidarse, apareció como pecador; hoy como esclavo en venta; en su Pasión, como perverso y revoltoso.