domingo, 15 de enero de 2017

EL ROSARIO DE HOY CON SAN ARNOLDO JANSSEN



 Santo Rosario.
Por la señal... 
Monición inicial: Se hace hoy memoria del sacerdote holandés san Arnoldo Janssen que para difundir la fe en las misiones fundó la Sociedad del Verbo Divino. Murió en 1909. Sobre la oración decía: "Recurramos siempre a la oración, la llave de todas las gracias”. Con algunos de sus pensamientos meditamos el rosario de hoy.
Señor mío Jesucristo…
MISTERIOS GLORIOSOS

1.-La Resurrección del Señor.
“Veneremos de una manera especial el corazón de nuestro Señor Jesús. Puesto que él es el símbolo de su amor, nos muestra sus virtudes admirables y toda la vida interior del Señor. Aspiremos, pues, adentrarnos más y más mentalmente en su anchura y profundidad y procuremos ser imitadores de sus virtudes y participar de sus dones. Pidamos a él que arda en nuestros corazones el fuego de su amor ardiente, con que ama tan heroicamente a Dios y a los hombres, sin preocuparse por sus propios intereses".
2.- La Ascensión del Señor
“La mejor manera de venerar al Corazón de Jesús es haciendo nuestros sentimientos de acuerdo con la admonición de la Sagrada Escritura: «Tengan entre ustedes los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús». Esto quiere decir que vivamos y trabajemos en nuestro estado de vida de acuerdo con nuestras fuerzas, por esa causa por la cual el Corazón de nuestro divino modelo se entregó y ofreció todo lo que tenía.”
3.- La Venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles reunidos en torno a la Virgen María
“Rece especialmente al Espíritu Santo para que le conceda prudencia, valor, paciencia y una gran confianza. Armado con estas virtudes, usted puede afrontar con confianza el futuro, no alterarse por las muchas dificultades que puedan surgir ahora o más tarde, y para las cuales debe estar preparado..”
4.- La Asunción de María Santísima a los Cielos
“Nunca entenderemos mejor el valor del tiempo que cuando llegue nuestra última hora.”
5.- La Coronación De La Virgen Como Reina Y Señora De Todo Lo Creado.
“María vino a ser la "niña" de los ojos de la Santísima Trinidad y –después de Cristo– la más bendecida de entre los hijos de hombres".