domingo, 26 de marzo de 2017

EL ROSARIO DE HOY CON SAN BRAULIO DE ZARAGOZA



 Santo Rosario.
Por la señal... 
Monición inicial:  En Zaragoza, ciudad de la Hispania Tarraconense, se celebra a san Braulio, obispo, que, siendo amigo íntimo de san Isidoro, colaboró con él para restaurar la disciplina eclesiástica en toda Hispania, siendo su semejante en elocuencia y ciencia (651).
San Braulio imitó en su profunda humildad a la Virgen María; firmaba siempre: “Braulio, siervo inútil de los santos de Dios". Ofrecemos este rosario por la santidad de los obispos y para que brillen en ellos las virtudes de Cristo Buen Pastor.
Señor mío Jesucristo... 
MISTERIOS GLORIOSOS
1.-La Resurrección del Señor.
“Cristo, esperanza de todos los creyentes, llama durmientes, no muertos, a los que salen de este mundo, ya que dice: Lázaro, nuestro amigo, está dormido. Y el apóstol san Pablo quiere que no nos entristezcamos por la suerte de los difuntos, pues nuestra fe nos enseña que todos los que creen en Cristo, según se afirma en el Evangelio, no morirán para siempre: por la fe, en efecto, sabemos que ni Cristo murió para siempre ni nosotros tampoco moriremos para siempre.”
2.- La Ascensión del Señor
“debe sostenernos esta esperanza de la resurrección, pues los que hemos perdido en este mundo, los volveremos a encontrar en el otro; es suficiente que creamos en Cristo de verdad, es decir, obedeciendo sus mandatos, ya que es más fácil para él resucitar a los muertos que para nosotros despertar a los que duermen. Mas he aquí que, por una parte, afirmamos esta creencia y, por otra, no sé por qué profundo sentimiento, nos refugiamos en las lágrimas, y el deseo de nuestra sensibilidad hace vacilar la fe de nuestro espíritu. ¡Oh miserable condición humana y vanidad de toda nuestra vida sin Cristo!”
3.- La Venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles reunidos en torno a la Virgen María
“Cuando me fijo en esto, el temor se apodera de mi ánimo, habiendo en mí no riqueza, sino pobreza de ciencia; no fecundidad, sino infecundidad de palabras; pues ni siquiera sé cuán poco es lo que sé. Quítame, sin embargo, el temor la verdad de la promesa de Cristo, que nos instruye diciéndonos: «Abre tu boca y yo la llenaré». En otra parte: «El Señor dará palabra muy poderosa a los que evangelizan». y también aquello: «No sois  vosotros los que habláis , sino el Espiritu de vuestro Padre es el que habla en vosotros».”
4.- La Asunción de María Santísima a los Cielos
“El mismo que te ha vencido a ti nos ha redimido a nosotros, entregando su vida en poder de los impíos para convertir a estos impíos en amigos suyos. Son ciertamente muy abundantes y variadas las enseñanzas que podemos tomar de las Escrituras santas para nuestro consuelo. Pero bástanos ahora la esperanza de la resurrección y la contemplación de la gloria de nuestro Redentor, en quien nosotros, por la fe, nos consideramos ya resucitados, pues, como afirma el Apóstol: Si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él.”
5.- La Coronación De La Virgen Como Reina Y Señora De Todo Lo Creado.
“No nos pertenecemos, pues, a nosotros mismos, sino a aquel que nos redimió, de cuya voluntad debe estar siempre pendiente la nuestra, tal como decimos en la oración: Hágase tu voluntad. Por eso, ante la muerte, hemos de decir como Job: El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó, bendito sea el nombre del Señor. Repitamos, pues, ahora estas palabras de Job y así, siendo iguales a él en este mundo, alcanzaremos después, en el otro, un premio semejante al suyo.”