domingo, 12 de marzo de 2017

EL ROSARIO DE HOY CON SIMEÓN EL NUEVO TEÓLOGO



Santo Rosario.
Por la señal... 
Monición inicial: 
Entre los santos de este día, está san Simeón el Nuevo Teólogo que vivió entre los siglos X y XI. Es uno de los más grandes místicos bizantinos y gran defensor de la defensa de las imágenes. Guiados por sus enseñanzas, honremos a la Virgen Santísima para que nos ayude en el camino de la unión con Dios y ofrezcamos este rosario por la unión de las iglesias ortodoxas a la Iglesia Católica.
Señor mío Jesucristo... 
MISTERIOS GLORIOSOS
1.-La Resurrección del Señor.
“Si uno ha arrancado su alma de la posesión y de la concupiscencia de las cosas sensibles, no sólo despreciará las riquezas y los bienes que lo rodean y, privado de ellos, quedará sin tristeza como si se tratara de cosas ajenas y extrañas; sino que también soportará, con alegría y dando gracias convenientemente, las molestias infligidas a su cuerpo, mirando siempre, según el divino Apóstol, al hombre exterior que se corrompe mientras el hombre interior cada día se renueva (Cf. 2 Co 4,16)..”
2.- La Ascensión del Señor
“Cuando vienen hacia ti estas cosas, monje, pero tú encuentras en tu alma mucha diligencia y deseo de perfección, de modo que anhelas cumplir cada mandamiento de Dios, de no caer ni siquiera en el pecado de una palabra inútil, de no ser inferior a ninguno de los santos antiguos en la práctica, en el conocimiento y en la contemplación, pero te ves impedido de subir a tanta altura de santidad por el que siembra la cizaña del descorazonamiento, al insinuarte pensamientos diciendo: "te es imposible salvarte en medio del mundo y guardar sin faltas todos los mandamientos de Dios", entonces, siéntate solo, en un rincón, recóge­te, concentra tu pensamiento y da un buen consejo a tu alma, diciéndole: "¿Por qué, alma mía, desfalleces y te agitas por mí? Espera en Dios: aún le alabaré, salvación de mi rostro no son mis obras sino mi Dios (Sal 42,5). En efecto, ¿quién será justificado por las obras de la Ley (Rm 3,20)? No es justo ante ti ningún viviente (Sal 142,2). Pero, gracias a la fe en Él, mi Dios, espero ser salvado por el don de tu indecible misericordia. Vade retro, Satanás, yo adoro a mi Dios y a Él le rindo culto (Lc 4,8) desde mi juventud, a Él que pue­de salvarme sólo con su misericordia. Por lo tanto, aléjate de mí; Dios, que me ha hecho a su imagen y semejanza, te anulará.”
3.- La Venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles reunidos en torno a la Virgen María
“Bienaventurados —dice Dios— los limpios de corazón porque ellos verán a Dios (Mt 5,8). Pero un corazón puro no lo hace tal, por su naturaleza, sólo una virtud, ni dos, o diez, sino todas juntas, por así decir, como si fuese una sola y llevada a la perfección. Ni las virtudes pueden por sí solas hacer tan puro el corazón, sin la obra y la presencia del Espíritu Santo.”
4.- La Asunción de María Santísima a los Cielos
“Quien participa del divino Espíritu es liberado de las concupis­cencias y de los placeres pasionales, pero no queda separado de las necesidades naturales del cuerpo. Ahora, si ha sido liberado de los vínculos de los anhelos pasionales y ha sido unido a la gloria y a las dulzuras inmortales, está obligado a permanecer incesantemente en lo alto, a transcurrir su vida con Dios y a no alejarse ni siquiera por poco tiempo de su contemplación y de un insaciable placer.”
5.- La Coronación De La Virgen Como Reina Y Señora De Todo Lo Creado.
“Quien con fe firme en Dios renuncia al mundo y a las cosas del mundo, cree que el Señor es misericordioso y compasivo y acoge a los que acercan a Él arrepentidos. Pero sabe que Dios honra a todos sus siervos con el deshonor y los enriquece con una pobreza extrema, los glorifica con ultrajes y desprecios, y a través de la muerte los restablece en la posesión y en la herencia de la vida eterna.”