lunes, 15 de mayo de 2017

“Bienaventuranza.” Reflexión diaria acerca de la Palabra de Dios.



“Bienaventuranza.” Reflexión diaria acerca de la Palabra de Dios.
El hombre busca siempre de forma más consciente o no la felicidad. El deseo de felicidad es el motivo de todas nuestras acciones.
Desde la fe, sabemos que solo Dios puede colmar de forma satisfactoria nuestra sed de felicidad; pues el que creó nuestro corazón es el que puede llenarlo.
Dios al revelarse a sí mismo, ha querido también mostrarnos el camino que hemos de seguir para llegar a la felicidad. A lo largo de la Sagrada Escritura aparecen “Bienaventuranzas” donde se llama “Dichosos” a aquellos que cumplen, viven, practican los mandamientos, la ley de Dios, camina por sus decretos… etc… EL libro de los salmos se abre con una bienventuranza: «Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados (...), sino que pone su gozo en la ley del Señor» (Sal 1,12).
Jesús en su enseñanza utilizará también estas formas y en el sermón de la montaña comenzará con las bienaventuranzas.
Desde una perspetiva mundana, Jesús llama bienaventurados a personas que son o viven situaciones desgraciadas… y en cambio, recibirán el premio a su sufrimiento.
El mismo Jesús se retrata en cada una de ellas, porque el quiso ser “despreciado” y “tenido por gusano”, para darnos a nosotros la posibilidad de la vida eterna… Nosotros como cristianos podemos sentirnos dichosos si nos vemos en alguna de esas situaciones, porque nuestro será el Reino de los cielos, siendo conscientes de que la felicidad plena solo la tendremos en el cielo.