lunes, 1 de mayo de 2017

Flores del mes de Mayo del Beato Francisco Palau OCD (1)

DÍA PRIMERO.- La Rosa
I. La rosa
1. Reconocemos y proclamamos a la rosa por la reina de las flores. Le toca la corona por derecho de naturaleza. Reúne en sí las más bellas cualidades de una flor. Es bella y hermosa, es de una fragancia suave, agradable y deleitable en sus especies: tiene la variedad de colores: brota en el rosal con una abundancia portentosa; se sostiene en todas las estaciones del año, y en su cultivo es fácil, no es delicada, resiste a los fríos del mismo modo que a los rigores y ardores del sol; se salva en el campo y en los jardines, y aunque reviente entre las afiladas y erizadas espinas del rosal, éstas no la ofenden. Por todas estas propiedades que la distinguen, merece la pongamos en el centro de todos nuestros ramilletes, y la reconozcamos por reina de todas las flores del mes de mayo.
II. Las virtudes teologales, fe, esperanza y caridad
LA CARIDAD
2. En el jardín de la Iglesia todas las virtudes, las naturales, las sobrenaturales, las infusas, las adquiridas, las intelectuales, las morales, las cardinales, las teologales, todas a voz unánime han proclamado por su reina a la caridad. ¿Qué es la caridad? ¿por qué es la reina de las virtudes?  La caridad es una virtud infusa en el alma, mediante la que amamos a Dios con toda la plenitud de nuestros afectos por ser Él quien es bondad suma, y a nuestros prójimos como a nosotros mismos. La caridad trae consigo todas las virtudes infusas, la gracia santificante y los siete dones del Espíritu Santo; y donde ella va la siguen todas éstas. Corresponde a esta virtud el don de sabiduría.
III.  3. María excedió en caridad a todos los hombres y a todos los Ángeles juntos, y por esto fue exaltada sobre todos ellos.
IV. La rosa a María
4. Busca en el jardín de tu alma esta excelentísima flor. Sin ella no te recibirán en la Iglesia triunfante. ¿Tienes la caridad verdadera? míralo bien: si la tienes, coge esta flor, y ponla hoy en las manos de María: ella la ofrecerá a Dios, y el rosal queda desde hoy a los cuidados de tan diestra jardinera. ¿Y si no la tienes? Plántala, y cuida produzca sus flores a sus tiempos, dirígete a María y dile:
Presentación de la rosa a María 
ORACIÓN. Señora: Yo os ofrezco esta rosa; simboliza mi amor para con Dios y mis prójimos. Yo me comprometo a amar con toda la fuerza de mi corazón a Dios, a mí mismo por Dios, a mis prójimos como a mí mismo, y a todas las cosas por Dios, y a Dios sobre todas ellas.