miércoles, 24 de mayo de 2017

Flores del mes de Mayo del Beato Francisco Palau OCD (24)







 
 DÍA VEINTICUATRO

I. Tomillo, romaní, menta, desmayo
1. Escógense para nuestros jardines ciertas plantas que sirven para adornarles con su verdura y perfumarles con su fragancia, tales son el tomillo, romaní y la menta. Son plantas odoríferas, aromáticas y medicinales. Entre ellas póngase el color morado de la flor desmayo y si no hay en todas éstas belleza bastante, únanse en el ramillete a su cardinal la viola y, si se quiere, con la reina de las flores la rosa, y tendremos una pieza completa en la gran guirnalda.
II. La penitencia
2. Tomamos aquí la penitencia en toda la latitud de su sentido: el arrepentimiento de una falta, la flagelación y maceración de la carne con azotes y cilicios y con el látigo y el freno de los trabajos mecánicos respectivos a cada una de las artes, la mortificación de los sentidos, todo esto es representado por el tomillo, romaní, mentas y otras yerbas fuertes que, pisadas y comprimidas y plantadas en los senderones del jardín, dan su especial fragancia y son medicina del alma y del cuerpo. No tienen belleza, les falta la flor, pero póngase no muy lejos el desmayo y otras humildes, y si en sí todas juntas no tienen mérito, unidas a su cardinal y a su reina, la caridad y la templanza, las elevan a una esfera sublime y las constituyen en las coronas en uno de sus adornos.
III. La penitencia en María

3. Esta virtud, en cuanto a ser el arrepentimiento de una falta y la contrición de las culpas, no cupo en María; pero ordenó todo cuanto tuvo de penible, de duro y de amargo a la remisión de nuestros pecados.
IV. El ramillete a María
4. ¿Has pecado? Sin penitencia no te será perdonado. Arrepiéntete de la culpa, y ármate para domar y sujetar la carne. Arregla tus ejercicios de mortificación y de penitencia según los consejos de tu confesor. ¿Has pecado? Ofrece a Dios una penitencia tal cual su justicia te la exija. ¿Has pecado? Prepara tu corazón y preséntale a la Madre de las misericordias dispuesto y resuelto a emprender la penitencia más dura que haya hecho antes de ti cualquiera otro penitente; dispuesto, digo, porque el pecado la reclama: dispuesto has de estar a hacerla del modo y bajo la forma que te sea impuesta por el tribunal de la Penitencia. Ofrece a María inocente, un corazón arrepentido y le dirás:
Presentación del ramillete
ORACIÓN. Señora: Ahí van estas plantas y yerbas fuertes como señal del arrepentimiento de mis culpas. Recibidlas, presentadlas a vuestro Hijo y alcanzadme el perdón de todas ellas.