lunes, 26 de junio de 2017

MES DE JUNIO EN HONOR AL CORAZÓN DE JESÚS (26)



ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS:
A ti, Jesús, que vives y reinas con Dios Padre y el Espíritu Santo, elevamos este acto de fe, de esperanza, adoración y caridad porque en tu Sagrado Corazón reconocemos la manifestación plena de tu amor por nosotros. Acepta también nuestro deseo de reparar tu Corazón por tantas ofensas e indiferencias.
Con el Ángel de la Paz y todos los coros de los ángeles, con los santos Francisco y Jacinta Marto y todos los santos, unidos a tantas almas que te han amado dignamente, decimos:
Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo.
Os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no os aman. (tres veces)

Jesús, manso y humilde de corazón,
R/. Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

26. LA ORACIÓN ES DIOS INFUNDIDO EN NUESTRO CORAZÓN
De los escritos del beato Juan Bautista Scalabrini, obispo italiano
La oración es sin duda la acción más noble y más gloriosa que el hombre pueda ejercitar en este mundo y nos confiere una grandeza del todo soberana. No sólo ella nos pone en íntima relación con todo lo que hay de verdadero, de bello, de santo en el cielo y sobre la tierra, sino que nos hace también partícipes de la amistad de Dios, de sus más tiernas efusiones, de sus más íntimas confidencias. La oración es Dios que desciende al ser invocado: Dios derramado, infundido en nuestro corazón, según la hermosa expresión de San Agustín: Dios, nuestro Creador, nuestro Padre, nuestro Redentor, nuestro amigo, nuestro hermano, que nos mira y nos escucha, que sonríe benévolo a nuestros homenajes y a nuestros afectos.

PARA FINALIZAR:
Todos juntos recitamos el acto de reparación enseñando por el ángel a los pastorcitos de Fátima:
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
os adoro profundamente
y os ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad
de Nuestro Señor Jesucristo,
presente en todos los sagrarios de la tierra,
en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indiferencias
con que El mismo es ofendido.
Y por los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón
y del Corazón Inmaculado de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores.

Sagrado Corazón de Jesús, R/. En vos confío.
Inmaculado Corazón de María, R/.  Sed la salvación mía.
Ave María Purísima, R/. Sin pecado concebida.