sábado, 29 de julio de 2017

EL ROSARIO DE HOY CON SAN PEDRO POVEDA



Santo Rosario.
Por la señal... 
Monición inicial: Se hace hoy memoria de San Pedro Poveda Castroverde, sacerdote fundador de la Institución Teresiana destinada a promover la formación cristiana, que al comienzo de la persecución contra la Iglesia en el año 1936 fue asesinado por odio a la religión, dando un claro testimonio de su fe.
En su obra “Máximas para la vida cristiana” decía: “El Santo Rosario, bien rezado, es un excelente ejercicio de oración mental y vocal.”
Con sus mismas palabras acudimos a Nuestra Señora diciendo: 
Virgen María, Madre mía,
Tú eres mi reina, mi dueña, mi Madre y todas mis cosas.
Ilumíname, protégeme y nunca dejes que me olvide de ti,
para que tu recuerdo sea mi luz, mi fortaleza y mi consuelo.
Virgen María, me pongo enteramente en tus manos,
y de ahora en adelante, tuyos son mis ojos, mis oídos,
mi voz, mi corazón y todo mi ser.
Cuídame, Madre mía, como cosa tuya mientras viva en esta tierra,
y llévame después contigo para estar con Cristo, para siempre. Amén”.
Señor mío Jesucristo... 

MISTERIOS GOZOSOS
1.- La encarnación del Hijo de Dios en las entrañas purísimas de la Virgen María.
“La Encarnación bien entendida, la persona de Cristo, su naturaleza y su vida dan, para quien lo entiende, la norma segura para llegar a ser santo con la santidad más verdadera, siendo al propio tiempo humano con el humanismo verdad..”
2.-La Visitación de Nuestra Señora a su prima santa Isabel.
 “En la prontitud de la voluntad para todo lo que ataña al servicio de Dios, consiste la verdadera devoción.”
3.-El nacimiento del Niño Dios en el portal de Belén
 “Nadie representa mejor a Jesucristo que los pobres. Cercena tus gastos superfluos, y podrás socorrer cómodamente muchas necesidades.”
4.-La purificación de Nuestra Señora y presentación del Niño Jesús en el templo
" Cada día deseo más cumplir la voluntad del Señor en todo: Cúmplase en mi tu Voluntad siempre y en todas las cosas.”
5.- El niño Jesús perdido y hallado en el templo
 “Que la mansedumbre sea tu carácter distintivo. No puede llamarse cristiano, el que no procura adquirir la virtud de la mansedumbre.”