sábado, 6 de enero de 2018

MADRE MÍA, ENSÉÑAME LA PRECIOSÍSIMA VIRTUD DEL ABANDONO COMPLETO.Oración a la Virgen de Santa Rafaela María del Sagrado Corazón


Madre mía, enséñame la preciosísima virtud del abandono completo en las manos de Dios, aunque todo el mundo, demonio y carne me inciten a sincerarme. Callar y fiar siempre; y no temer a nada ni a nadie. Dios saldrá en mi defensa y basta, decías Tú; y si no sale, hágase tu voluntad. Después, en el viaje, a pesar de las grandísimas dificultades, de las cosas tan contrarias a tu virginal modestia, Dios mandaba todo, «fiat voluntas tua»: siempre resignada, siempre confiada, siempre conforme hasta la evidencia en la divina voluntad. Como Tú, Madre mía, no amabas más que a Dios, todos tus gustos, todos tus deseos, aunque santísimos, los posponías a esta santísima voluntad. En ti no había querer más que el de Dios; por eso no habéis tenido igual en santidad y en el amor que Dios os tuvo y os tiene. Tu juicio, tus deseos, tu todo era Dios: los trabajos, las penas, las contrariedades las veías venir siempre de su divina mano, por eso siempre te faltaba tiempo para decir «fiat» con todo el corazón.