lunes, 28 de mayo de 2018

MARÍA VIRGEN PODEROSA. (28) Beato John Henry Newman




28 DE MAYO
Sobre la Asunción (5)
MARIA,
Virgo Potens,
VIRGEN PODEROSA
Este gran universo que vemos día y noche y que se llama mundo natural, está gobernado por leyes fijas que el Creador le ha impuesto, y en virtud de estas leyes maravillosas está asegurado contra toda perdida de sus elementos. Una parte de este universo puede luchar contra otra parte, y puede también producir en ella cambios internos, pero, considerado como un todo, está constituido para subsistir para siempre; por lo cual pudo decir el Salmista: “Ha establecido el mundo, que jamás será quebrantado”.
Tal es el mundo de la naturaleza; pero hay otro mundo todavía más admirable. Hay un poder que puede cambiar y subyugar este mundo visible, suspender sus leyes y obrar contra el: es el mundo de los ángeles y de los santos, de la santa Iglesia y de sus hijos, y el arma con el cual domina las leyes naturales es el poder de la oración.
Por la oración todo lo que es naturalmente imposible puede ser hecho. Noé oro, y Dios dijo que no habría otro diluvio que anegase a la raza humana; Moisés oro, y diez terribles azotes cayeron sobre la tierra de Egipto; Josué oro, y el sol permaneció inmóvil; Samuel oro, e hizo descender fuego del cielo; Eliseo oro, y el muerto volvió a la vida; Ezequías oro, y el gran ejercito de los asirios fue derrotado y pereció enteramente.
La bienaventurada Virgen María, es llamada poderosa, y a veces también, todopoderosa… porque, más que cualquiera otra criatura, más que todos los ángeles y todos los santos, posee este don tan victorioso y tan grande de la oración. Nadie como su Madre tiene acceso al Omnipotente; nadie posee tantos méritos como Ella. Su Hijo nada le niega de cuanto le pide, y en esto consiste su poder. Siendo la defensora de la Iglesia, ni lo de arriba, ni lo de abajo, ni los hombres, ni los espíritus malignos, ni los grandes monarcas, ni la violencia del populacho, pueden llegar a dañarnos, porque la vida humana es breve, pero María reina allá arriba y es Reina para siempre.
Beato John Henry Newman
Transcripto por gentileza de Dña. Ana María Catalina Galvez Aguiló