sábado, 12 de mayo de 2018


Santo Rosario.
Por la señal... 
Monición inicial: En la fecha de su nacimiento, se celebra la memoria de san Leopoldo de Castelnuovo Mandic, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, que ardió de celo por la unidad de los cristianos y gastó toda su vida trabajando para la reconciliación de los mismos. Destacó por su labor de confesor. Murió el 30 de junio de 1942. Con algunos pensamientos de este gran defensor de la Corredención de la Virgen María, meditamos el rosario de hoy.
Señor mío Jesucristo...  
MISTERIOS GOZOSOS
1.- La encarnación del Hijo de Dios en las entrañas purísimas de la Virgen María.
“"Si creemos verdaderamente en Dios, debemos estar prontos para acometer cuantas empresas Dios nos encomiende, en las tareas cotidianas de la vida, ya se trate de nuestra vida privada, entre nuestros familiares, ya de la vida pública, a la luz del sol.".”
2.-La Visitación de Nuestra Señora a su prima santa Isabel.
“Toda la razón de mi vida debe ser este designio divino, es decir, que también yo, a mi manera, contribuya algo para que un día, según el orden de la divina Sabiduría, que todo lo dispone con fuerza y suavidad, los Disidentes orientales vuelvan a la unidad católica. Debo estar siempre dispuesto a trabajar. Nosotros hemos nacido para la fatiga y descansaremos en el paraíso. Estoy llamado a la salvación de mi gente, es decir, de los pueblos eslavos, y al mismo tiempo estoy llamado a la salvación de las almas especialmente en la administración del sacramento de la penitencia.”
3.-El nacimiento del Niño Dios en el portal de Belén
“La Corredentora es aquella que místicamente nos engendró al pie de la cruz, por medio del martirio más espantoso que el corazón de una madre pueda jamás experimentar. Somos en verdad hijos de sus lágrimas.”
4.-La purificación de Nuestra Señora y presentación del Niño Jesús en el templo
"Cuando celebro la santa Misa, mi pensamiento llega a todos aquellos que por cualquier motivo se han encomendado a mis oraciones. Entonces mi corazón se dilata, en la total certeza de que todo cuanto yo puedo pedir en la santa Misa es nada en comparación de lo que yo ofrezco a Dios."
5.- El niño Jesús perdido y hallado en el templo
“¡Si faltase en el mundo, aunque fuera por un instante, la celebración de la santa Misa, caería el mundo en la más espantosa de las catástrofes!...”