sábado, 5 de abril de 2025

EL ROSARIO DE HOY PRIMER SÁBADO DE MES EN REPARACIÓN DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA CON SAN RAFAEL ARNAIZ

 

Santo Rosario.

Por la señal... 

Monición inicial: 

Hoy, primer sábado de mes, ofrecemos este rosario en reparación al Corazón Inmaculado de María respondiendo así a su llamada en la ciudad de Pontevedra (ESPAÑA) a Sor Lucía, a quien la Virgen se apareció en Fátima: "Mira, hija mía, mi Corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan sin cesar con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme y di que a todos los que, durante cinco meses, en el primer sábado, se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, recen el Rosario y me hagan compañía durante 15 minutos meditando en los misterios del rosario con el fin de desagraviarme les prometo asistir en la hora de la muerte con las gracias necesarias para su salvación."

Ofrecemos el rosario como acto de reparación:

-por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la Inmaculada Concepción de María.

-por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la Virginidad perpetua de Nuestra Señora.

-por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la maternidad divina de María, rechazando al mismo tiempo recibirla como Madre de los hombres.

-por aquellos que infunden en los niños y en los jóvenes el desprecio hacia la Virgen Inmaculada.

-por aquellos que ultrajan, desprecian y maltratan las imágenes y representaciones de la Virgen Santísima.

 

*** PARA RECIBIR LA PROMESA DE LOS CINCOS PRIMEROS SÁBADOS ES NECESARIO, DURANTE CINCO SÁBADOS SEGUIDOS: 1) Rezar el rosario y meditar en sus misterios y 2) Confesar y comulgar con esta intención.***

 

Meditamos el rosario de hoy con pensamientos san Rafael Arnáiz Barón, religioso de la Orden Cisterciense, que, aquejado todavía novicio por una grave enfermedad, soportó con gran paciencia su maltrecha salud, confiando siempre en el Señor. Murió en el año 1938. En este tiempo de Cuaresma hagamos suya su oración: “¡Virgen María, Madre de los Dolores!, cuando mires a tu Hijo ensangrentado en el Calvario, déjame a mí que humildemente recoja tu inmenso dolor, y déjame que, aunque indigno, enjugue tus lágrimas.”

 

Señor mío Jesucristo... 

 

MISTERIOS GOZOSOS

1.- La encarnación del Hijo de Dios en las entrañas purísimas de la Virgen María..

 “Aceptar la voluntad de Dios, pero no con resignación, sino con alegría.”

“Por el alma silenciosa navegan los pensamientos de Dios; y cuanto más silencio, más paz, más serenidad y más facilidad para estar en la presencia del Señor.”

2.-La Visitación de Nuestra Señora a su prima santa Isabel.

 “No hace falta para ser grandes santos, grandes cosas. Basta el hacer grandes las cosas pequeñas... Dios me puede hacer tan santo pelando patatas que gobernando un imperio.”

3.-El nacimiento del Niño Dios en el portal de Belén

“Mira delante de Jesús lo que eres, y aprende a conocerte; así no tendrás soberbia, y en tu propia humillación aprenderás algo de humildad, que aún no sabes lo que eso es, y es necesario que lo aprendas.”

4.-La purificación de Nuestra Señora y presentación del Niño Jesús en el templo

“Bástete purificar la intención en todo momento, y en todo momento amar a Dios; hacerlo todo por amor y con amor... El hecho en sí no es nada y nada vale. Lo que vale es la manera de hacerlo.

Señor, no mires mis hechos, ni mis palabras, mira mi intención y cuando ésta no vaya bien encaminada a Ti, enderézala. No permitas, Señor mío, que sea desagradecido o pierda el tiempo.”

5.- El niño Jesús perdido y hallado en el templo

“Que vengan los sabios preguntando dónde está Dios. Dios está donde el sabio con la ciencia soberbia no puede llegar... Dios está en el corazón desprendido..., en el silencio de la oración, en el sacrificio voluntario al dolor, en el vacío del mundo y sus criaturas.”

 

MISTERIOS DOLOROSOS

1. La Oración de Jesús en el Huerto

“Dame, Señor, esa paciencia que hace de los hombres santos; dame esa paciencia que me es tan necesaria, para llevar el peso de las tribulaciones en esta vida que a veces me parece tan larga.”

2. La flagelación de Jesús atado a la columna.

“En el mundo se lloran intereses materiales, viles y deleznables... En el mundo se llora poco por Cristo. En el mundo se sufre poco por Dios.”

3. La coronación de espinas

“Solamente a los pies de tu Cruz, viéndote clavado en ella, se aprende a perdonar, se aprende humildad, caridad y mansedumbre..”

4. Nuestro Señor con la cruz a cuestas camino del Calvario

“Déjame, Señor, llorar, pero llorar de ver lo poco que puedo hacer por Ti, lo mucho que te he ofendido estando lejos de tu Cruz... Déjame llorar el olvido en que te tienen los hombres, aún los buenos...

Déjame, Señor, vivir al pie de tu Cruz... de día, de noche, en el trabajo, en el descanso, en la oración, en el estudio, en el comer, en el dormir, ..., siempre... siempre....”

5. La crucifixión y muerte del Señor

“El camino dulce de la Cruz..., es el sacrificio, la renuncia, a veces la batalla sangrienta que se resuelve en lágrimas en el calvario, o en el huerto de los Olivos; el camino, Señor, es ser el último, el enfermo, el pobre oblato trapense que a veces sufre junto a la Cruz.

Bendito Jesús, ¿qué me enseñarán los hombres, que no enseñes Tú desde la Cruz?”

 

MISTERIOS GLORIOSOS

1.-La Resurrección del Señor.

“Antes todo me llevaba a Ti,... Todo me hablaba de tu inmensa bondad, de tu grandeza; ahora también te alabo en las criaturas, Señor... pero el sol me parece pequeño..., el cielo azul es hermoso, pero no eres Tú, la belleza del mundo... es tan poquita cosa.

¡Cómo me cansan las criaturas, Señor y Dios mío! ¡Qué sinsabor más grande me cansa el tratar cosas del mundo, el hablar de negocios temporales, el escuchar noticias...! ¡Ah!, Señor, nada quisiera saber, ni escuchar... Sólo Tú, Señor, solo Tú.”

2.- La Ascensión del Señor

“Dios vive en el corazón del hombre, cuando este corazón vive desprendido de todo lo que no es Él. Tenemos tal cúmulo de atenciones, distracciones, aficiones, deseos de vanidades, presunciones; tenemos tanto mundo dentro, que Dios se aleja...”

3.- La Venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles reunidos en torno a la Virgen María

“Señor, cuánto quisiera amarte. ¡Ayúdame, Madre mía!.

He de amar la soledad, pues Dios en ella me pone.

He de obedecer a ciegas, pues Dios es el que me ordena.

He de mortificar continuamente mis sentidos.

He de tener paciencia en la vida de comunidad.

He de ejercitarme en la humildad.

He de hacer todo por Dios y por María.”

4.- La Asunción de María Santísima a los Cielos

“El alma comprende que nada en el mundo la puede llenar... La tierra es de barro, los hombres son pobres, la vida muy corta, todo es muy pequeño, frágil y caduco..., y el alma está ansiosa de verse en el cielo, mirando a la Virgen, contemplando a Dios.”

5.- La Coronación de la Virgen como Reina y Señora de todo lo Creado.

"A los pies de la Virgen lo pongo todo. Hay que querer mucho a la Virgen, hay que contárselo todo, es una verdadera madre.”

 

*Si se rezan los misterios luminosos:

MISTERIOS LUMINOSOS

1.-El Bautismo del Señor en el Jordán

“Dios no me pide más que amor humilde y espíritu de sacrificio. Dios no nos exige más que sencillez por fuera y amor por dentro.”

2.-El Milagro de las Bodas de Cana

“Busquemos la ayuda de María y nada temamos… No esperes nada de los hombres, ni aún de los más santos, pues cuanto más pongas en ellos, mayor será el desengaño algún día.”

3.- El anuncio del Reino invitando a la conversión.

“He aquí la vida de oración... No hay que poner lo que ya está, sino que hay que quitar lo que sobra. Quita de tu corazón lo que estorba y en él hallarás a Dios.”

4.-La Transfiguración del Señor

“Muchas veces no llegamos a comprender la grandiosidad que se encierra en un acto de sencillez, porque buscamos lo grande en lo complicado, buscamos la grandiosidad de las cosas en la dificultad de las mismas.”

5.- La institución de la Eucaristía

“Multitud de Sagrarios existen en la redondez de la tierra, pero solamente un Dios, que es Jesús Sacramentado. Consoladora verdad que hace estar tan unidos el monje en su Coro, el misionero en tierra de infieles, y el seglar en su parroquia. Ni hay distancias, ni hay edades..., al pie del Sagrario estamos todos cerca, Dios nos une. Pidámosle, por mediación de María, que algún día allá en el cielo podamos contemplar a ese Dios que por amor al hombre, se oculta bajo las especies de pan y vino. Así sea.”

 

SÁBADO DE LA CUARTA SEMANA DE CUARESMA. Dom Prospero Gueranger

 


SÁBADO DE LA CUARTA
SEMANA DE CUARESMA
Año Litúrgico – Dom Prospero Gueranger


Este día recibe desde muy antiguo el nombre de Sábado Sitientes por comenzar el Introito de la Misa con esta palabra. La Iglesia con estas palabras de Isaías invita a los aspirantes al Bautismo a venir a apagar su sed en la fuente de la salvación. En Roma la estación se celebró primero en la Basílica de S. Lorenzo extra-muros; más como esta iglesia resultaba incómoda, por estar muy apartada, para que se pudiesen reunir los fieles, se designó con buen acuerdo para reemplazarla la iglesia de S. Nicolás in carcere situada en el interior de la ciudad.

 

COLECTA

Suplicárnoste, Señor, hagas que, con tu gracia, sea fructífero el sentimiento de nuestra devoción: porque entonces nos aprovecharán nuestros ayunos, cuando fueren gratos a tu piedad. Por el Señor.

 

EPISTOLA

Lección del libro de Isaías.

Esto dice el Señor: Te oí en el tiempo propicio, y te auxilié en el día de la salud: y te conservé, y te di en alianza del pueblo, para que resucitaras la tierra, y poseyeras las heredades devastadas: para que dijeras a los que están presos: Salid; y a los que están en tinieblas: Manifestaos. Serán apacentados en los caminos, y su pasto estará en todas las llanadas. No tendrán hambre, ni sed, y no les molestarán el calor y el sol: porque les regirá el que tiene piedad de ellos, y les abrevará en las fuentes de las aguas. Y tornaré camino todos mis montes, y serán exaltadas mis sendas. He aquí que éstos vendrán de lejos, y aquéllos del Aquilón, y del mar, y los otros de la tierra austral. Alabad, cielos, y alégrate, tierra; montes, entonad jubilosas alabanzas: porque el Señor ha consolado a su pueblo, y tendrá piedad de sus pobres. Y dijo Sión: Me ha abandonado el Señor, y el Señor se ha olvidado de mí. ¿Acaso puede una mujer olvidarse de su niño, y no compadecerse de su hijo? Y, si ella se olvidare, yo no me olvidaré de ti: lo dice el Señor omnipotente.

 

TERNURA DEL PADRE CELESTIAL. — ¡Qué dulces debían ser estas palabras al corazón de los Catecúmenos! ¿Acaso nunca se ha hablado tan elocuentemente del amor del Padre Celestial como lo ha hecho su profeta con estas palabras? Hace entrega a su Hijo Encarnado de toda la tierra, no para juzgarla ni condenarla como se lo merece, sino para salvarla 1. Este divino enviado convoca a todos los que gimen en las mazmorras y languidecen en las tinieblas, para darles la libertad y la luz. Su hambre será aplacada y su sed apagada. Los que poco ha se hallaban jadeantes bajo los rayos de un sol ardiente, ahora encontrarán la más deliciosa frescura a la orilla de las aguas a las que el mismo pastor les conduce. Vienen de lejos; de todos los puntos del cielo; esta fuente inagotable es el lugar de cita de todo el género humano. La gentilidad se llamará en adelante Sión y el Señor “Ama las puertas de esta nueva ciudad más que las tiendas de Jacob”2. No; no la ha olvidado durante los siglos que ha estado adorando a los ídolos; el amor del Señor es tan grande como el de una madre; y si el corazón de la madre estuviere cerrado para siempre a su hijo, el Señor dice que el suyo permanecerá continuamente abierto para Sión.

 

CONFIANZA. — Tened una confianza sin límites vosotros cristianos que habéis sido admitidos en el seno de la Iglesia, mediante el Bautismo, desde vuestro nacimiento y que, después habéis tenido la desgracia de ofender a Dios. Sí; en este momento en que estáis llenos de la gracia divina, fortalecidos con las santas mortificaciones de la Cuaresma y las oraciones de la Iglesia que intercede por vosotros continuamente, preparáis vuestro retorno al Señor, cumplid las palabras de Dios. Ya veis; nos ha dado a su propio Hijo; le ha encomendado vuestra salvación. ¿Estáis amarrados por las cadenas del pecado? Jesús es poderoso para romperlas. ¿Os halláis en medio de las tinieblas del mundo? Él es la Luz. ¿Tenéis hambre? Él es Pan de vida ¿Tenéis sed? Él es la Fuente de aguas vivas. ¿Os consumen y desfiguran los ardores de la codicia? Arrojaos en la fuente purificadora; no ciertamente a esta primera fuente que os dio la vida tan tristemente perdida; sino a esta otra fuente, es decir, al sacramento de la reconciliación, de donde vuestras almas saldrán renovadas.

 

EVANGELIO

Continuación del santo Evangelio según S. Juan.

En aquel tiempo habló Jesús a las turbas de los judíos, diciendo: Yo soy la luz del mundo: el que me sigue a mí, no anda en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Dijéronle entonces los judíos: Tú das testimonio de ti mismo: tu testimonio no es verdadero. Respondió Jesús, y di joles: Aunque doy yo testimonio de mí mismo, mi testimonio es verdadero: porque sé de dónde he venido y a dónde voy. Vosotros juzgáis según la carne: yo no juzgo a nadie: y, si juzgo yo, mi juicio es verdadero, porque no soy yo solo, sino yo y el Padre que me ha enviado. Y en vuestra Ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero. Yo soy el que doy testimonio de mí mismo: y también da testimonio de mí el Padre que me ha enviado. Dijéronle entonces los judíos: ¿Dónde está tu Padre? Respondió Jesús: No me conocéis ni a mí, ni a mi Padre: si me conocieseis a mí, quizás conocierais también a mi Padre. Estas palabras dijo Jesús en el gazofilacio, enseñando en el templo: y nadie le prendió, porque aun no había llegado su hora.

 

HUIR DEL ORGULLO.— ¡Qué contraste se nota entre el lenguaje de Dios que invita a los hombres a recibir a su Hijo como a un libertador y la dureza de corazón de los judíos en el recibimiento que hicieron a este enviado del cielo! Jesús se llama Hijo de Dios y para probar su origen divino, durante tres años está obrando constantemente los prodigios más portentosos. Muchos judíos creyeron en El, porque pensaron que Dios no podría confirmar el error con milagros y aceptaron la doctrina de Jesús como venida del cielo. Los fariseos odian la cruz y aman las tinieblas; su orgullo no se humilla ante la evidencia de los hechos. Unas veces niegan que los prodigios de Jesús sean verdaderos; y otras quieren explicarlos por medio de una intervención diabólica; más otras intentarán con sus preguntas capciosas tomar un pretexto para hacer comparecer ante el juez al Justo, como un blasfemo o como un violador de la ley. Hoy se atreve desvergonzadamente a objetar a Jesús, el cual, declarándose el enviado de Dios, ha dado testimonio de sí mismo. El Salvador que conoce la maldad de su corazón, se digna aún responder a su impío sarcasmo; más evita darles una explicación completa. Poco a poco la luz se va alejando de Jerusalén para iluminar otras regiones. Terrible abandono del alma; ha abusado de la verdad y la ha rechazado llevado de su instinto de odio. Es el pecado contra el Espíritu Santo que no se perdona ni en este mundo ni en el otro.

 

AMAR LA VERDAD. — Dichoso aquel que ama la verdad, aunque contrarié sus inclinaciones y perturbe sus ideas. Porque, de este modo, honra la sabiduría de Dios; y aunque la verdad no le guie completamente en todo, al menos no le ha abandonado. Pero aún es mucho más dichoso aquel que entregándose por completo a la verdad sigue a Jesús como su humilde discípulo. Este nos dice el Salvador “No caminará entre tinieblas, sino que posee la luz de la vida.” Apresurémonos, pues, a entrar en esta senda abierta por aquel que es nuestra luz y nuestra vida. Siguiendo sus huellas hemos subido la áspera montaña de la Cuaresma, y hemos sido testigos de los rigores de su ayuno; en adelante, en estos días consagrados a la Pasión, nos conviene seguirle en otra montaña, en el Calvario, donde vamos a contemplar sus dolores y su muerte. Seamos fieles a la cita y obtendremos “la luz de la vida”.

 

ORACION

Humillad vuestras cabezas a Dios.

Concédenos, te rogamos, Dios omnipotente que, pues conocedores de nuestra flaqueza confiamos en tu poder, nos regocijemos siempre de tu piedad. Por el Señor.